1.Haz las comidas habituales
No comer antes para prepararte al gran banquete es lo peor que puedes hacer, conseguirás los mismos resultados que otros años. Cambia de táctica y desayuna, almuerza, come y merienda como de costumbre para no llegar a la cena hambriento.
2. Come lo que te gusta pero un plato solamente
Toda la comida navideña es de alta densidad calórica y difícil de digerir en la mayoría de los casos. Combina carnes con ensaladas siempre.
3. Selecciona primero
No te reprimas pero, antes de devorarlo todo sin pensar, elige lo que más te gusta de plato fuerte y acompáñalo de cosas más ligeras. Si en tu casa no hay ensaladas es un buen momento para aprender nuevas recetas (escarola, espárragos…)
4. Los dulces con calma
Hazte una apuesta contigo mismo e intenta ser el ultimo en saborear la última cucharada del postre. Diversión asegurada de ver las caras de incredulidad al resto de los comensales ante tu dominio de tremendos placeres.
5. Las sobras al congelador
Imprescindible que no queden al alcance esos «pequeños placeres» repartidos por toda la cocina. Dale descanso a tu estómago y mete las sobras en el congelador para futuros días de pecado donde los disfrutarás mucho más.
Ya sabes, lo importante no es cuánto y qué comes en navidad sino con quién lo vas a disfrutar. ¡Qué aproveche!
LucyNut